La desigualdad económica supone uno de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo. Aunque no sea un fenómeno reciente, la acumulación de recursos por parte de grupos reducidos de personas por todo el mundo ha exacerbado la distancia entre ricos y pobres en las últimas décadas (Alvaredo et al., 2017; Picketty, 2014). Los efectos de la desigualdad económica son comparables a los de una pandemia letal que deteriora la salud y la expectativa de vida de las personas a lo largo de toda la escalera social, una vez rebasado cierto umbral (aproximadamente 0.3 puntos en el Índice Gini; Kondo et al., 2009). Actualmente, más de dos terceras partes de los países del mundo superan este umbral. Una buena parte de los efectos negativos de la desigualdad económica sobre la salud y el bienestar de las personas han sido atribuidos a la ansiedad por el estatus (Wilkinson & Pickett, 2009b). Este fenómeno ha sido definido como la preocupación constante que las personas sienten por no alcanzar los estándares de éxito de la sociedad (De Botton, 2004). Por un lado, en sociedades más desiguales las personas comparten en mayor medida valores materialistas (Walasek & Brown, 2019). Por otro lado, el ser humano es altamente sensible a cualquier amenaza hacia su estatus social (Dickerson, & Kemeny, 2004). Por tanto, cuando el estatus socioeconómico adquiere una gran relevancia para el estatus social de las personas, esto puede dar lugar a un clima competitivo, que podría aumentar la ansiedad por el estatus, y en última instancia activar constantemente reacciones de estrés. Algunas evidencias apoyan la hipótesis de la ansiedad por el estatus. Sin embargo, hasta ahora estas evidencias han sido basadas en indicadores indirectos de la ansiedad por el estatus, o de variables relacionadas (e.g., búsqueda de estatus). Además, los procesos implicados en el efecto de la desigualdad económica sobre la ansiedad por el estatus no han sido aún explorados. El principal objetivo de esta tesis doctoral es analizar la relación entre la desigualdad económica y la ansiedad por el estatus, así como explorar los procesos psicológicos implicados. Con ese fin, se ha adaptado y validado en el contexto español una medida directa de ansiedad por el estatus, y se ha empleado un paradigma experimental consolidado, así como un paradigma experimental novedoso para manipular la desigualdad económica percibida y poner a prueba su efecto sobre la ansiedad por el estatus.
En términos generales, las evidencias reunidas en esta tesis no apoyan la hipótesis de que percibir una mayor desigualdad económica aumenta directamente la ansiedad por el estatus. Sin embargo, los resultados presentados en los capítulos empíricos indican que la desigualdad económica crea un clima de competitividad basada en el estatus socioeconómico, y que vivir en contextos desiguales ejerce un efecto indirecto sobre la ansiedad por el estatus, a través de una mayor competitividad y ansiedad por estatus percibidas en el contexto social, y a través de menores expectativas de ascender en la escalera social. Por otro lado, los resultados de esta investigación sugieren que las personas que viven en contextos desiguales se sienten tranquilizadas por el hecho de percibir que tienen menos posibilidades de descender en la escalera social. En síntesis, suponemos que cuando las personas perciben mayor desigualdad económica, un mecanismo paliativo podría protegerlas de experimentar mayor ansiedad por el estatus en el corto plazo. Sin embargo, la desigualdad económica sumerge a las personas en una constante competición por su estatus socioeconómico, y por tanto podría aún suponer una amenaza para su salud y bienestar por medio de una mayor ansiedad por el estatus.
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