“Reacciones cognitivas y emocionales ante la pobreza y la inestabilidad económica: efectos sobre la ayud individual y colectiva” (Ref. P20_00199). Entidad financiadora: Junta de Andalucía. 2021-2022. Investigador Principal: Miguel Moya
En el presente proyecto, con una duración bianual, se estudiarán las consecuencias que tienen las percepciones sobre las personas en situación de pobreza en la conducta de ayuda dirigida hacia dichas personas. Se analizarán dos tipos de ayuda:
1) interpersonal: si una persona decide ayudar a otra en situación de pobreza;
2) social o institucional: si se está de acuerdo o no con la realización de determinadas políticas sociales, incluido el ingreso mínimo vital.
Se compararán al menos a dos grupos de personas en situación de pobreza: quienes están habitualmente en dicha situación y quienes lo están como consecuencia de la crisis económica (p. ej., el coronavirus). También se compararán a estas personas con quienes pertenecen a otras clases sociales (media/alta).
Se estudiarán cuatro tipos de variables psicosociales:
1. Estereotipos, definidos en términos de competencia y sociabilidad.
2. Explicaciones causales sobre la pobreza (atribuciones), distinguiendo entre causas internas (la responsabilidad es de la persona pobre) y estructurales (la responsabilidad se atribuye a fuerzas sociales y estructurales externas).
3. Emociones, distinguiendo entre las emociones de compasión y de ira.
4. Confianza, diferenciando entre confianza generalizada (dirigida a desconocidos) y la relativa a personas con las que se tiene una relación interpersonal.
La hipótesis principal es que las personas en situación de pobreza permanente, en comparación con quienes son pobres a raíz de la crisis y en comparación con quienes son de clase media/alta, serán percibidas como menos competentes, recibirán más atribuciones internas (y menos estructurales) de su situación, suscitarán en mayor medida la emoción de ira y menos la de compasión y suscitarán menos confianza interpersonal. Todos estos procesos llevarán a ver a este grupo como menos merecedor de ayuda, tanto interpersonal como institucional